No a las violaciones de Derechos Humanos, no a las violaciones de Derechos Históricos

En Marruecos se violan derechos humanos casi todos los días, como por ejemplo el de libertad de expresión, con la fuerte censura que hay en el país norteafricano. Y hay que acordarse y reivindicar todos y cada uno de ellos siempre, no sólo los que están de moda entre el mundo "progre" "intelectualoide" de Javier Bardem y compañía. (Menudo "progre" está hecho allí en Hollywood, probablemente no haya leído ningún libro sobre Marruecos.) Estas modas reivindicatorias y periodísticas me hacen mucha gracia. Ya nadie se acuerda de Palestina (eso si que es una invasión y no lo del Sahara), ni de Haití, donde se están muriendo de cólera, nadie se manifiesta ya por la libertad del pueblo iraquí (libertad atropellada por gente que ahora se manifiesta a favor del Sahara), ni de la del pueblo afgano.

Las violaciones de derechos en el Sahara son condenables en su totalidad. No hay justificación para la actuación del ejército de esa forma, ni para las políticas de Mohammed VI, políticas que lleva aplicando mucho tiempo, en todo el territorio marroquí, no sólo ahora y en el Sahara. Pero tampoco hay que dejar de condenar la violación del derecho histórico que el nacionalismo saharaui, desde su invención, lleva realizando. El Sahara es marroquí por derecho histórico, y así debe de ser. El Sahara siempre ha estado ligado a las dinastías que gobernaban en Marruecos, nunca ha sido un ente político independiente. Aceptar el nacionalismo saharaui es aceptar las fronteras que impuso el colonialismo, algo muy "progre", debe pensar Bardem. El nacionalismo saharaui fue inventado por España, al realizar una nefasta gestión de descolonización en la zona, así como por Argelia, al querer anexionarse el territorio tras la Guerra de las Arenas con Marruecos. No es casualidad que el cuartel general del Polisario estuviese en territorio argelino. Como tampoco es casualidad que desde el año 1966 hasta el año 1973, momento de creación del Polisario y sus políticas desestabilizadoras junto a Argelia, Marruecos estuviese a favor del referéndum de autodeterminación para que España saliese de la zona. Algo sentiría Marruecos por la zona y algún derecho tendría cuando apoyaba con firmeza el referéndum. Quizá sabía que la población saharaui también se sentía marroquí, al igual que los marroquíes se sentían saharauis. Pero para Argelia no era suficiente, así que decidió crear una tendencia separatista, fomentada por la mala gestión española. Ya hay demasiadas fronteras en el mundo, no nos inventemos más.

Albarrán