sábado, 19 de febrero de 2011

¡Felicidades Egipto! !مبروك مصر

Y los hijos desahuciaron al "padre". Tras treinta años de férrea dictadura, Hosni Mubarak, ese faraón que no quería ser enterrado finalmente ha aceptado el destino que parecía inevitable. El pueblo egipcio, tras más de dos semanas de movilizaciones y protestas sin cuartel ha conseguido lo que muchos sólo sueñan. La Historia ha vuelto a demostrar que nada puede con la fuerza de la unión popular. Hoy es un día para felicitar a los egipcios y para felicitar a todos los que luchan por la libertad en el mundo, ya que la victoria del Nilo es una victoria de todos ellos.

Pero celebraciones a parte, no hay que olvidar que todavía queda mucho por hacer, que realmente sólo se ha conseguido recorrer un pequeño trecho del camino, y todavía queda la parte más larga y difícil. En 1952 se destronaba en Egipto al rey Faruq I y, tras unos años convulsos, llegaba al poder Gamal Abdel Nasser en 1956. Era el primer egipcio en alcanzar el poder en el país del Nilo desde tiempos de los faraones. Los egipcios estaban ilusionados y el cambio llamaba a sus puertas. Desde Nasser, en más de medio siglo, sólo él y dos presidentes más han estado al mando. Las circunstancias fueron muy distintas a las actuales, pero aquello demuestra que lo difícil está por llegar. La gente debe de estar preparada para salir de nuevo a la calle si sus pretensiones no son satisfechas. Hay que tener esperanza, pero también cautela y precaución.
Hay que tener precaución, más que con los Hermanos Musulmanes, con el propio ejército. Los Hermanos Musulmanes llevan años demostrando que optan y apuestan por la vía democrática, y allí donde están piden democracia, como en Jordania. Hay que darles un voto de confianza ya que están demostrando que quieren participar en el pluralismo. Sin embargo, el ejército no ha dado ninguna muestra de democracia hasta las revueltas, y ni siquiera ahora han pasado de un mensaje ambiguo. Se han negado a masacrar las protestas, pero tampoco han mostrado se rechazo a Mubarak de forma explícita. De hecho, ya dijo Tantaui que están estudiando rendir tributo al huido presidente por "sus sacrificios en tiempos de paz y guerra". Ojalá todos los sacrificios fueran tan bien recompensados como lo han sido los de este dictador. No hay que olvidar que los tres presidentes de la República egipcia, los tres presidentes que se han querido eternizar en el poder, algunos con más popularidad que otros, eran miembros del ejército. No hay que negar el voto de confianza al ejército y esperemos que conduzcan la transición a la democracia de forma correcta, pero yo les temo más que a la hermandad islamista.

Todo los gobiernos de Occidente, el mismo Occidente que hasta hace menos de un mes apoyaba a Mubarak, está felicitando al pueblo egipcio por su victoria. Sin embargo, hay dos aliados de Europa y EEUU que han decidido mostrar públicamente su preocupación por la caída de Mubarak. Arabia Saudí e Israel, los dos máximos peligros para la paz que hay en Oriente Medio, curiosamente muestran los mismos síntomas tras la caída del rais. Israel ha perdido a su mayor aliado en la región asesinando y oprimiendo al pueblo palestino. Quizás tengan miedo de que se cree alguna opción de acabar con su régimen de terror en Palestina. Por su parte, Arabia Saudí, el régimen más aterrador de la zona, régimen que sin embargo no es condenado y criticado por Europa y EEUU, a diferencia del iraní, puede que sienta el cambio cerca, algo que parece poco probable, pero que sería acogido con la mayor felicidad. Curiosamente Arabia Saudí es la creadora de las tendencias islamistas más radicales, con la difusión de su interpretación wahabita del Islam, y una de las excusas de preocupación de Israel por los acontecimientos de la zona es el posible auge islamista en Egipto. En el fondo, los dos regímenes son muy parecidos. Se han escuchado muchas voces en Israel pidiendo una teocracia judía.

Temas internacionales a un lado, en Egipto debe comenzar de inmediato la negociación horizontal y vertical, de los manifestantes y la oposición con los poderes provisionales y entre los mismos manifestantes y opositores, para iniciar el camino al pluralismo, un pluralismo del que no se debe excluir a nadie. La revolución y victoria egipcia deben trasladarse al resto del mundo árabe y musulmán, como parece que está sucediendo en Argelia. La plaza del 1º de mayo de Argel debe convertirse en la nueva plaza de la Liberación.

¡Felicidades Egipto! !مبروك مصر

Albarrán

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